La importancia de crear una cultura de cumplimiento al interior de las empresas

Paola Ximena Molina Rincón

2021-03-06

< Explorar otros blogs

La importancia de crear una cultura de cumplimiento al interior de las empresas

Paola Ximena Molina Rincón

2021-03-06

Si una empresa quiere consolidarse, se enfocará en conseguir clientes, ser competitivos en el mercado con precio, calidad del producto, experiencias; contar con proveedores que suministren los insumos y en ocasiones encontrar inversionistas que inyecten capital y/o conocimiento para avanzar con su construcción. Sin embargo, no puede perder de vista el realizar un análisis sobre cómo y cuáles son las prácticas que se llevarán a cabo para la articulación de todo lo anterior, haciendo preguntas tales como: ¿las practicas que se realizan son éticas? ¿Responden a principios de integridad y transparencia? ¿Se generan buenas practicas tanto en el ámbito interno como externo de la empresa? ¿Qué riesgos enfrenta la empresa dentro del ámbito de sus operaciones?

Para esto se recomienda declarar cuáles serán los valores que regirán la actividad de la compañía mediante la elaboración del Código de Ética, creando una ruta de cómo se harán los negocios y comunicándolo a todas las partes interesadas (Accionistas, empleados y terceros: (proveedores, inversionistas, comunidad). De igual manera, la empresa debe analizar los riesgos a los cuales se encuentra expuesta según su ubicación geográfica, actividad, tamaño, canales de comercialización, entre otros, con el fin de hacer una gestión y seguimiento de los mismos.

Todo lo anterior es importante, porque si la empresa tiene definido su mercado, mide su gestión y tiene claro lo indicado anteriormente le permitirá generar confianza y transparencia en sus operaciones, disminuirá riesgos legales, buscará la sostenibilidad en el tiempo y por ende un crecimiento continuo. Así, todos los empresarios sin importar el tamaño de sus operaciones, deben saber que el crecimiento, la sostenibilidad, la rentabilidad, no se miden de manera exclusiva en el componente económico, deben tener presente que su labor se realice bajo el cumplimiento de las normas; no solo por una imposición legal, sino teniendo la convicción de los beneficios que conlleva tener una cultura organizacional bajo parámetros éticos que les permita gestionar los riesgos y proteger a todos sus grupos de interés. Es por esto, que el gobierno a través de los entes reguladores hace un llamado a los empresarios para que mantengan conductas éticas en sus negocios, permeen sus empresas de una cultura organizacional sin importar su tamaño; definan buenas prácticas tales como: conocer con soportes reales los terceros con quienes realizarán negociaciones, solicitar información sobre el origen de sus ingresos, analizar la documentación entregada previo a vincularlos (ya sea empleado, cliente, proveedor o incluso inversionista) con el fin de garantizar que la información es verídica y ese tercero cumple con los valores establecidos por la empresa.

A veces, por el afán de conseguir los objetivos económicos, por cumplir un presupuesto para una unidad de negocio, el personal de la empresa puede realizar conductas que van en contra del ordenamiento jurídico o a pesar de actuar de buena fe puede llegar a tener vínculos contractuales con terceros cuyas actividades, operaciones o negocios no se enmarcan dentro de las buenas practicas, o inclusive se encuentren por fuera del marco legal, afectando ámbitos como los derechos humanos, el medio ambiente, derechos de los consumidores, lavado de activos, financiación al terrorismo, actos de corrupción y soborno, entre otros.

Por esto, la invitación a todos los empresarios, es dar el primer paso, crear herramientas y procesos al interior de su compañía que les permitan tener buenas practicas que generen confianza y sostenibilidad en el tiempo.

No es viable seguir pensando que la implementación de una cultura de cumplimento es una labor exclusiva de las grandes empresas. Es responsabilidad de todos, realizar buenas prácticas para proteger la empresa, el tejido social y la economía del país.