El contrato, la cura para muchos dolores de cabeza

Juan Bernardo Noreña Botero

2021-01-20

< Explorar otros blogs

El contrato, la cura para muchos dolores de cabeza

Juan Bernardo Noreña Botero

2021-01-20

En pocas palabras podemos decir que un contrato es un acuerdo al que llegan dos o más personas con el fin de crear, modificar o regular una situación específica, acorde a las necesidades que tengan en el momento, aunque normalmente la mayoría del tiempo, los contratos son hechos por razones de tipo económico.

Existen dos tipos de contratos: verbales y escritos, y aunque ambos poseen igual importancia y validez, es mucho más fácil demostrar un hecho si el contrato es escrito, porque es medio de prueba y está firmado por ambas partes. Es por ello que, al hacer un contrato, lo más recomendable, es hacerlo de manera escrita. De hecho, cada día se hacen contratos verbales y escritos, como por ejemplo al pagar la cuenta de un restaurante hemos llegando a un acuerdo en el que por un precio determinado se recibe cierto servicio y artículo, eso es un contrato; otro ejemplo claro de ello es al quedar para ir a tomar un café con un amigo, es un acuerdo entre dos personas, lo que en esencia es un contrato.

La importancia de elaborar un contrato radica en que a través de este se formaliza el acuerdo al que se quiera llegar, o se hubiere llegado, toda vez que es en el contrato donde quedan plasmadas de manera explícita las obligaciones y responsabilidades que cada una de las partes asume y de esta manera, se evitan también reclamos y malentendidos puesto que las partes ya han dejado claros todos los aspectos al momento de hacerlo.

Si bien la mayoría de contratos que se tienen en la vida diaria en su mayoría son simples, e incumplirlos no trae consigo un “castigo”, cuando estos contratos se llevan a grandes escalas como a empresas, profesionales o relaciones comerciales, los contratos tienen un mayor peso, y en caso de incumplir los contratos comerciales, estos pueden llevar estipuladas sanciones, razón por la cual son la mejor herramienta que tienen tanto las personas, las empresas, los clientes y los aliados comerciantes.

Es muy importante que las cláusulas o acuerdos que integran o forman los contratos se adecuen al ordenamiento jurídico colombiano, es decir, que lo pactado no contraríe las leyes colombianas, o sea elaborado con normas que han sido derogadas, es decir, que han sido dejadas sin vigencia por otra ley posterior.